Seguidores

miércoles, 8 de julio de 2020

LECTURA DE GÉNESIS 36


COMENTARIO

El capitulo 36 de Génesis nos describe la descendencia de Esaú, hijo de Jacob. Recordemos que a Esaú se le llego a llamar Edom, del cual descienden por ello los Edomitas. La palabra Edom significa "rojo", y se le dio ese sobrenombre en razón del guiso rojo por el cual vendió su primogenitura a su hermano (Gn 25:30). Se hace mención de manera resaltante que Esaú se caso con mujeres de Canaán, y vemos aquí que esta fue una de las diferencia entre Jacob y Esaú, la elección de esposa era muy importante para el heredero de las promesa de Abraham, recordemos que Dios había prometido que a través de Abraham y de su Simiente, todas las familias de la tierra serian bendecidas, y que su descendencia seria innumerable y una gran nación de la cual saldrían reyes. Es por ello que si los patriarcas y sus primeros descendientes como es el caso de los hijos de Jacob, se mezclaban con mujeres de pueblos paganos, esto podía significar un riesgo para la supervivencia de su clan, y la formación de una nación que adorara al Dios verdadero, se acabarían haciéndose parte de estas naciones y con el tiempo desaparecerían. 

Que importante es entonces para cada uno de nosotros elegir adecuadamente el compañero o compañera de vida, y de elegir también las amistades, porque ciertamente influenciaran radicalmente nuestras vidas, sobre todo en caso de la esposa, puede cambiar el rumbo de nuestras decisiones y aún desviarnos de los propósitos de Dios. Vemos que Esaú tomo como esposas a mujeres de tribus de los heveos y heteos, y también una de las hijas de la descendencia de Ismael (Gn 28:9), lo cual hizo después de enterarse que Jacob había obedecido la voz de su padre de tomar esposa de la familia de su madre. Esaú sabia que las mujeres Cananeas (heveas y heteas), no eran del agrado de sus padres, pero el nunca escucho sus consejos (Gn 26:34-35, 27:46, 28:8), dejándose llevar en sus elecciones solo por sus deseos temporales, tal como lo hizo al vender su primogenitura por un plato de guiso rojo.

Se nos hace mención el nombre de las 3 esposas de Esaú: Ada, Aholibama y Basemat (Gn 36:2-3). De los personajes más resaltantes de su descendencia vemos a su primogénito Elifaz, hijo de Ada, del cual nacería Amalec (Gn 36:12). De este Amalec se levantaría un pueblo enemigo de Dios por generaciones, vemos que fue el pueblo que durante el viaje en el desierto a la tierra prometida les presento oposición (Ex 17:9-13), este pueblo seria enemigo de Dios de generación en generación, veamos las siguientes palabras en el libro de Éxodo: 

"Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josúe que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo" (Ex 17:14) 

"y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de generación en generación" (Ex 17:16).

De esta generación de Amalec en un futuro también se levantaría el rey Agag, que en tiempos de los reyes, pelearía contra Saúl, el cual desobedeciendo a Dios, no lo mataría (1Sam 15:8 y 20), para así cumplir la palabra de Dios dicha a Moisés; frente a la desobediencia de Saúl finalmente el reino le seria quitado, y Agag sería muerto a manos de Samuel (1 Sam 15:32)

Después de la deportación, en tiempos de Ester, se levantaría nuevamente un descendiente de Amalec, como enemigo de Dios y de su pueblo, Amán "el agagueo", descendiente de Agag, (Ester 3: 6, 10), el que fue Rey de Amalec, en tiempos de Saúl. Todos estos eventos nos enseñan, cuales son las consecuencias de desobedecer el mandato de Dios, y de no destruir lo que Dios nos pide destruir, para el pueblo de Dios, el mandato, ya no es ir a la guerra contra otros pueblos, ni matar físicamente a enemigos;  para nosotros, es hacer frente a nuestras pasiones y deseos internos que se levantan contra Dios en nuestro corazón y quieren llevarnos nuevamente a la esclavitud del pecado, frente a esto el apóstol Pablo en su carta a los Colosenses menciona: 

"Haced morir pues lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría, cosas por las cuales viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia" (Col 3:5-6).

Finalmente en cuanto al territorio geográfico vemos que Esaú habitaría en el monte Seir, se hace mención que se separaría de Jacob, debido a que la tierra no se daba a vasto para mantenerlos a los dos (Gn 36: 6). Dios daría el territorio antiguamente habitado por los Horeos a Esaú, el cual los echaría de esa tierra, tomándola como posesión (Dt 2:12 y 22), el cual seria su territorio hasta tiempos incluso del peregrinaje de Israel en el desierto, los cuales reciben la orden de Dios, de no apoderarse de Seir (Dt 2:4-8), pues era el territorio dado por Dios a Esaú, hijo de Jacob, descendiente de Abraham.


No hay comentarios:

Publicar un comentario