COMENTARIO
El capitulo 5 de Éxodo nos describe el primer encuentro de Moisés y Aarón con el Faraón, en el capitulo 4 se nos menciona en el verso 22 y 23, que Dios le indica a Moisés decirle al faraón que "Israel es su primogénito", que lo deje ir para que lo sirva, y si no lo hace el matara a su primogénito. Ese pasaje nos ayuda a introducirnos en este capitulo 5, Dios considera a Israel, su hijo, el los ha engendrado, esto es interesante pues el nacimiento de este pueblo ha venido de la mano de Dios, recordemos que tanto Sara como, Rebeca eran estériles, y que Dios obro sobrenaturalmente en ellas para que dieran a luz a los patriarcas. Dios por boca de Moisés y Aarón advertiría desde un inicio a Faraón que si no dejaba libre a su hijo, el mataría a su primogénito, lo cual vemos en la ultima plaga con la muerte de los primogénitos. Israel finalmente como veremos en el desarrollo del libro de Éxodo sera liberado y llegara al Sinaí.
Es interesante ver que el propósito de Dios era que Israel fuera una luz a las naciones y que a través de su obediencia y las bendiciones dadas por Dios, los demás pueblos pudieran acercarse a JEHOVÁ, el único Dios verdadero (Dt 4:5-8). Sin embargo a Israel nunca le interesó en cumplir esta misión y fracasaron en ella, tanto así que vemos en la época del Señor Jesús, que ellos consideraban a los demás pueblos "gentiles", como inferiores y los llamaban con menosprecio "perros". El Señor Jesús, el verdadero hijo de Dios, Santo y perfecto, seria el que cumpliría el propósito de Dios, que este primer hijo se negó a hacer. En ese sentido Israel fue una nación privilegiada (Dt 4:32-35).
En segundo lugar podemos ver una figura, el faraón agravando la servidumbre del pueblo, con el fin de que no hagan caso a las palabras de esperanza de liberación (Ex 5:9, 17-18). El faraón aquí es una figura del maligno, recordemos que Egipto para nosotros viene a ser una figura del mundo, en el cual estábamos esclavos antes de conocer al Señor, esclavos del pecado, pertenecientes al reino de las tinieblas, es desde allí donde Dios nos llama a ser sus hijos, y nos traslada a un nuevo reino, el reino de su hijo. El apóstol Pablo en su carta a los Colosenses menciona:
"el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado hijo"
(Col l1:13)
Cuando Moisés y Aarón entran a la presencia del faraón, la respuesta de el frente a la demanda de liberación del pueblo fue: ¿Quién es JEHOVÁ, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a JEHOVÁ ni tampoco dejaré ir a Israel (Ex 5:2). Veremos que Dios responderá a esta pregunta con cada una de las plagas que mandara a Egipto, con las cuales establecerá su juicio sobre los dioses de Egipto (Ex 12.12), sera un medio para mostrar su poder delante de todos los pueblos (Ex 9:16), llevara a cabo la liberación de su pueblo (Ex 6:1) y el Faraón y todo Egipto sabrán quien es JEHOVÁ, el único Dios verdadero.
Vemos que frente a la petición de Moisés y Aarón, el faraón agravaría cruelmente la servidumbre del pueblo, no dándoles paja para realizar ladrillo, e imponiendoles las mismas demandas del día, a lo cual al no realizarse, lo egipcios azotarían a los capataces hebreos. Entonces por un lado vemos que cuando Dios quiere salvar y liberar a una persona del poder de las tinieblas se levantara una tremenda oposición, pero por otro lado podemos confiar que nada podrá impedir que Dios salve, el es Todopoderoso, y mostrara su brazo extendido, salvando y liberando, para el gozo de su pueblo y para testimonio de las futuras generaciones, quienes dirán:
"y Jehova nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros" (Dt 26:8)
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