COMENTARIO
Estamos en el capitulo 35 del libro del Éxodo, Moisés acaba de bajar con las nuevas tablas de la Ley, el Pacto ha sido renovado. Y en este capitulo, Moisés va a pronunciar como el portavoz del rey del universo: "JEHOVÁ ha mandado", es como si se les dijera, solo les queda obedecer, cuando el Señor manda, se le obedece. Los hijos de Israel, ya no podían seguir pretendiendo pensar que era Moisés quien les ordenaba, a estas alturas ellos debían entender y tener claro que Moisés sólo era el portavoz de Dios, y que rebelarse a sus palabras era revelarse contra Dios. Vemos que en este capítulo se repite tres veces la frase "JEHOVÁ ha mandado" (Ex 35.1,4,10 y 29).
En primer lugar vemos que se hace mención a guardar el sábado, y el que no lo hacia moriría, era un día Santo para Jehová, seis días trabajarían pero el sábado, que era el último día de la semana debían dedicarlo por entero a Jehová, no haciendo ninguna labor en El. Este día hacia recordar el obrar de Dios en la creación, habiendo creado todo en seis días y finalmente descansado el séptimo de toda su labor (Gn 2:1-3; Ex 31:17).
En segundo lugar, Jehová había mandado que se traiga ofrenda para la obra del tabernáculo y todos sus implementos. Había llegado la hora de empezar la obra que Dios había indicado con sumo detalle hacer en el monte Sinaí, Dios había dado detalles muy específicos de mediciones y materiales, y aún quienes se harían cargo de hacer la obra, todo había venido de Dios. Y ahora Dios llama a su pueblo a participar de su obra, y vemos en este capitulo como Dios dispuso el corazón de su pueblo a dar con generosidad.
Se menciona también varias veces que aquellos que traían ofrenda lo hacían con un corazón no solo generoso, sino de manera voluntaria y con inteligencia (Ex 35: 10, 21.22, 25, 26 y 29). De esta manera trajeron todo lo necesario para la construcción del tabernáculo, sus utensilios y para la elaboración de las vestiduras sacerdotales, el incienso y el perfume aromático. No solo trajeron lo necesario, sino dispusieron sus corazones en sabiduría para llevar a cabo la obra, las mujeres hilaban (35: 25-26), y los dos varones, Bezaleel y Aholiab, aún se dispusieron a enseñar a otros (35:34). Dios los había nombrado (35:30), los había llenado de su Espíritu (35:31), había puesto en sus corazones el enseñar (35:34), y los había llenado de sabiduría de corazón (35:35). Vemos aquí que se esta dando el inicio de la construcción del Tabernáculo, y el autor se encarga de nuevamente dejarnos claro, que no se trata del hombre sino de Dios, esta obra quedara terminada en el capitulo 40 del libro, y quien la viera quedaría admirado, pero se debía recordar que todo había sido dado por Dios, el era el autor de dicha obra, donde finalmente se encontraría con su pueblo y moraría como su Rey en medio de ellos.
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