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miércoles, 2 de septiembre de 2020

ÉXODO 24

COMENTARIO:

En el capitulo 24 de Éxodo, el tema central es la Institución del Pacto Mosaico, también llamado Sinaítico o Antiguo Pacto. El Señor ordena a Moisés subir al monte con Aarón, Nadab y Abiu y setenta de los ancianos de Israel, Es decir podríamos decir a todo el liderazgo de Israel, sin embargo se hace la advertencia que solo Moisés podrá acercarse a Dios (24:2), los demás se inclinarían desde lejos (24:1) y el pueblo ni siquiera puede subir al monte. Vemos aquí que la presencia de Dios es peligrosa, no porque sea mala, sino porque Dios es Santo, y es imposible que el hombre pecador pueda tener cercanía a El, solo a Moisés se le permite acercarse pues el ha sido escogido como intermediario, pero nadie más puede acercarse, sino morirá; recordemos capítulos anteriores cuando el monte humeaba y temblaba ante la presencia de Dios, la advertencia era que todo el que toque el monte moriría y aún si un animal subiera seria apedreado o asaeteado (Ex 19:12-13). 

Esto nos recuerda que el ejercer un liderazgo en la Iglesia, demanda cercanía a Dios, y ello demanda santidad y consagración; una vez echo el sacrificio y derramada la sangre, recién se pudo tener acceso a Dios, de la misma manera ahora nosotros podemos acercarnos al Padre a través de Cristo, el ha sido el sacrificio por nuestros pecados, y el puente que nos permite tener acceso libre a la presencia de Dios. 

Moisés al bajar del monte contó al pueblo las palabras de Jehová, las cuales se comprometieron a poner por obra (24:3), y vemos aquí que Moisés escribe las palabras de Jehova, edifica un altar, pone una señal de columnas de piedra que representaban a las doce tribus de Israel, envía a los jóvenes a hacer holocaustos, y encontramos en este contexto de adoración y sacrificio ritual, que Moisés inaugurara el Pacto, esparciendo la sangre del sacrificio sobre el altar y la otra  mitad sobre el pueblo, que al oír las palabras del libro, se comprometieron nuevamente a obedecer a Dios. El autor del libro de hebreos va a mencionar:

"Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado" 

(Heb9:19-20).

Aquí vemos nuevamente una figura de la obra del Señor Jesucristo, este primer Pacto había sido inaugurado con derramamiento de sangre de un animal, el segundo Pacto, de la misma manera demandaría el derramamiento de sangre, pero ya no de un animal, sino del Hijo de Dios. Debido a que era necesario como dice el autor de hebreos que para que haya remisión, tiene que haber derramamiento de sangre, ya que sin ella no hay perdón de pecados (Heb9:22).

Una vez habiéndose establecido el Pacto vemos que Aarón y el liderazgo de Israel, pudieron subir al monte y tener contacto Con Dios (24:10-11), adoraron y se alegraron en su presencia (24:11), vemos que no todo el pueblo tenia acceso a la presencia de Dios. Ahora sin embargo por el camino nuevo y vivo que nos abrió por medio de su muerte en la cruz, podemos acercarnos confiadamente al trono de Dios por medio del Señor Jesucristo.

Finalmente, Dios ordena a Moisés subir una vez mas al monte donde le daría las tablas de Piedra con la Ley y los mandamientos para enseñar al pueblo (24:12), esta vez Moisés toma a Josúe consigo y deja a cargo a Aarón y Hur, que serian los que se encargaran de dar solución a los problemas del pueblo ante la ausencia de Moisés. La gloria de Jehova reposa sobre el monte Sinaí, y por seis días la nube lo cubre, al séptimo Dios llama a Moisés de en medio de la nube, donde Moisés estaría 40 días y 40 noches, escuchando a Dios (24:18).


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