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miércoles, 23 de septiembre de 2020

ÉXODO 34

 

COMENTARIO

En el capitulo 34 de Éxodo, se da la renovación del Pacto, luego que Dios escucha la oración de Moisés y promete acompañarles en su marcha hacia Canáan, Dios le dice a Moisés que se prepare para subir nuevamente al Monte Sinaí y que lleve consigo dos tablas de piedra, similares a las que rompió al bajar del monte anteriormente (34:2 y 4), tal como la primera vez que Dios se manifestó en el monte Sinaí, hace nuevamente la advertencia que nadie mas suba, si aún animales estén cerca (34:3).

Moisés sube a la cumbre del monte y Jehová baja en la nube y se queda con el proclamando el nombre de Jehová:

"Y pasando Jehová por delante de él, proclamo !!Jehová! !!Jehová!, fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación" (Ex 34:6-7)

Vemos a Moisés escuchando la voz de Dios, El cual proclama su carácter, Dios esta renovando el Pacto con los hijos de Israel, ellos ya no escuchan su voz como en el primer encuentro en el Sinaí, pero Dios esta renovando su Pacto en el contexto de su carácter, el Pacto podrá ser estable en esa medida, recordemos que los hijos de Israel habían dicho: "Todo lo que Jehová ha dicho haremos" (19:8 y 24:3), sin embargo habían fallado no habían cumplido su palabra, ello demostraba que el Pacto no puede depender de la fidelidad de ellos, pues son rebeldes, Dios esta renovando su Pacto y sus promesas con condicionales, los hijos de Israel tendrán que obedecer para disfrutar de las bendiciones del Pacto pero la firmeza del mismo dependerá del carácter de Dios.

El ha tenido misericordia de ellos y los ha perdonado en virtud de su promesa hecha a los patriarcas (32:13), el ha demostrado su poder al sacarlos de Egipto y guiarlos en medio de las aguas. No ha derramado su ira a pesar de las innumerables quejas y murmuraciones de su pueblo y aún frente a la idolatría ha decidido preservarlos. Pero a la vez esta la advertencia que el malvado no quedara impune y aún el pecado y sus consecuencias se arrastrara hasta la tercera y cuarta generación (34:7), todo esto nos permite conocer  el carácter del Pacto Sinaítico. Las promesas hechas en el Pacto dependerá de la obediencia de los hijos de Israel a la Ley, Dios no los destruirá, así ellos se revelen, en virtud a su promesa echa a los padres como hemos mencionado, pero advierte que no los dejara sin castigo si se rebelan contra El. Estas palabras pronunciadas por Dios en el monte Sinaí se verán reflejadas en la historia del pueblo de Israel, el cual no fue destruido a pesar de su rebelión contra Dios, pero si sufriría el cautiverio por 70 años en Babilonia, para luego volver a su tierra y ser restaurados.

En esta renovación del Pacto, Dios volvería a mencionar una serie de mandamientos que había dado antes, que eran sumamente importantes para los hijos de Israel. En cuanto al peligro de la idolatría al llegar a Canaán, ellos no debían hacer alianza con los pueblos extranjeros ni emparentar con ellos, debían destruir todas sus imágenes y estatuas y guardarse de no adorar a falsos dioses (Ex 23: 24-25, 32-33; 34:11-17), se hace mención a la celebración de las fiestas principales (34:18 y 22), la consagración de los primogénitos (34:19-20), el día de reposo (34:21) y mandamientos sobre las ofrendas (34:25-26).

Moisés por segunda vez permanece 40 días y 40 noches en el monte Sinaí (34:18), una vez el Pacto renovado, Moisés baja con las nuevas Tablas de piedra con los mandamientos  de Dios (34:28), Moisés no se había percatado que su rostro resplandecía después de haber hablado con Dios (34:29), por lo cual se ponía un velo delante de pueblo. Dicho velo como lo indica el apóstol Pablo simbolizaba que el pueblo no tenia acceso libre a la presencia de Dios, es Cristo quien quita ese velo y permite que podamos acercarnos y reconciliarnos con El, encontramos estas palabras del apóstol Pablo en su segunda carta a los Corintios:

"Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará" (2Cor3:14-16).

Ese velo que Moisés se ponía para que los hijos de Israel no mirasen su rostro, ahora ha sido quitado por Cristo, y ahora sin ningún temor podemos acercarnos con confianza al trono de gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (Heb4:16), el acceso a la presencia de Dios ahora esta libre para todo aquel que pone su confianza en El.


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