COMENTARIO
En el capitulo 20 del Libro de Éxodo encontramos la entrega de la Ley o como mas se les conoce, los diez mandamientos. El Teólogo Charles Sproul menciona: "hay una tendencia de aislar los Diez mandamientos de su contexto Histórico y Teológico original, los Diez mandamientos no son una lista abstracta de reglas, sino el resumen de la ley de Dios dada en un contexto de adoración, que incluyen absolutos morales, y son seguidos por ejemplos de aplicación para las personas", lo cual se verán descritas en los capítulos posteriores.
El pueblo de Israel recibe la Ley de Dios, la cual debe ser obedecida, ¿Por qué? la razón la encontramos en Éxodo 19:3-4, Dios ha demostrado su superioridad sobre las deidades Egipcias, se ha engrandecido en extremo en el faraón y su ejercito en el mar Rojo, y ha puesto su temor delante de todas las naciones circundantes, el Señor ha liberado a su pueblo con mano poderosa, es en ese contexto en el cual los hijos de Israel son llamados a la obediencia a la Ley que están por recibir.
Pero es importante considerar que antes que Dios pronuncie el primer mandamiento, el manda a Moisés santificar al pueblo y pasan tres días de consagración (Ex 19: 10-11) en los cuales se les advierte que no deben tocar mujer (Ex 19:14-15), no es hasta después de estos tres días de ritual de purificación que ellos están listos para recibir la Ley de Dios, y esta es dada en un contexto de adoración.
Sproul menciona: "somos incapaces de entender que el contexto en el que fue dada la Ley, fue el contexto de la redención y el contexto del Pacto que Dios estaba haciendo con su pueblo. Y la respuesta apropiada a la ley de Dios era una respuesta de adoración".
Nosotros tenemos el privilegio de tener ahora la revelación completa a través de la Biblia, pero muchas veces nuestra actitud al ir a ella, cada mañana no es la correcta, en muchos casos incluso a veces se hace caso omiso de su lectura diaria, hemos llegado a pretender conocer más a Dios, en el mejor de los casos con una lectura superficial de las Escrituras, y en otros casos vamos a ella solo con un sentido académico sin la intención que ella transforme nuestro interior, cualquiera de las dos formas, nos debe llevar al arrepentimiento y a pedirle a Dios que vuelva nuestro corazón a una actitud de temor y reverencia ante su Palabra.
Nuestra actitud debe ser de humillación, reconociendo nuestra pequeñez, vienen a bien las palabras dadas por Dios en el libro del Profeta Isaias: "... pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra" (Is 66:2)
Sproul menciona que los Diez Mandamientos son expresados en términos de lo que se llama "Ley Apodíctica". Esta se expresa literariamente como: “Tu harás o no harás” Estas son las categorías absolutas que Dios requiere en cuanto a la Obediencia. Como hemos mencionado los diez mandamientos no son simples reglas morales, tienen el propósito de darnos a conocer el carácter de Dios, y son dadas en un contexto de adoración y reverencia, con el fin que el corazón que se acerca a la Ley de Dios este dispuesto a obedecer. Cuando nos acercamos a la palabra de Dios, la pregunta que debemos hacernos es ¿estoy dispuesto a obedecer y someterme, al escrito está?, es por ello que aquí la oración juega un papel fundamental, pues prepara nuestro corazón y sintoniza nuestro espíritu al de Dios, para que vayamos a ella, con la actitud correcta y cumpla el objetivo por el cual nos es dada cada día.
Lo que sigue a la ley apodíctica es lo que se llama la "Ley Casuística o la Jurisprudencia de Israel" y se expresa en la fórmula literaria de una declaración condicional, o lo que se llama: “Si, entonces”; por ejemplo: "Si tu buey embiste el asno de tu prójimo, tales y tales sanciones tienen que ser pagadas" (Ex 21:28-29).
El teólogo Sproul menciona: "esto es jurisprudencia que son ejemplos de aplicaciones particulares de la ley universal del decálogo, mostrando que la ley de Dios se aplica concretamente a cada situación humana concebible. Y así no solo se tiene absolutos morales en el decálogo, sino que se da una lista de ejemplos concretos de cómo esa ley absoluta debe seguirse en la vida de las personas, lo cual se menciona en los capítulos 21 al 23. Así que las leyes que continúan en Israel son leyes que determinan las ceremonias, la legislación civil, médica, los principios del diagnóstico; pero lo más importante, como se ve en el Antiguo Testamento, y en el monte Sinaí mismo, la ley de Dios es dada para enseñarnos cómo adorarle".
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