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jueves, 6 de agosto de 2020

ÉXODO 10


COMENTARIO

En el capitulo 10 de Éxodo se nos describen las plagas de las langostas y de tinieblas

1. PLAGA N° 08: Plaga de Langostas: (Ex. 10:1-20)
  • Deidad egipcia: Osiris, deidad agrícola, Isis, diosa de la fertilidad
  • Hechiceros egipcios: no se les menciona
  • Reacción de faraón: Jehová endureció el corazón (10:20)
2. PLAGA N° 09: Plaga de Tinieblas: (Ex. 10:21-29)
  • Deidad egipcia: Ra, dios del sol; Toth, dios de la luna
  • Hechiceros egipcios: no se les menciona
  • Reacción de faraón: Jehová endureció el corazón (10:27)
En el verso 1 y 2, el Señor manifiesta que el ha endurecido el corazón del faraón y de sus siervos, y vemos aquí tres razones:

a. Mostrar entre los egipcios sus señales: Recordemos que las señales tenían un propósito, en el caso de los egipcios eran una señal de juicio por su idolatría, y un testimonio de que el faraón al cual consideraban "dios", era un simple hombre y sus divinidades eran ilusorias. En Num 33:4, se nos menciona, que "Jehova, había hecho juicio contra sus dioses". En el verso 38 del capitulo 12 del libro de Éxodo, se menciona que cuando los hijos de Israel salieron de Egipto, junto con ellos subió "gran multitud de toda clase de gentes", aquí claramente se da entender que no eran israelitas, probablemente eran pueblos de diferentes naciones que habían visto las señales de las plagas y habían decidido seguir al Dios de Israel, y esto incluía talves a algunos del pueblo egipcio, podemos deducir ello por lo que el Señor menciona en cuanto a la pascua, en el caso que algún extranjero morare con ellos y quisiera celebrarla, tendría que ser circuncidado (Ex 12:48). Las plagas eran una señal de juicio para los Egipcios, de advertencia para otras naciones pero a la vez de misericordia extendida a todo aquel que mirando el poder y juicio, tema al Dios verdadero y quiera acudir a refugiarse en sus brazos.

b. Un Testimonio para las futuras generaciones: Las plagas serian también un recordatorio para las futuras generaciones de Israelitas quienes no habían sido esclavos en Egipto, de como Dios había liberado a sus padres, y los había traído a la tierra de la cual ellos ahora disfrutaban. En el libro de Deuteronomio, se menciona:

"Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Que significan los testimonios y estatutos y decretos que Jehová nuestro Dios os mando? entonces dirás a tu hijo: Nosotros eramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos saco de Egipto con mano poderosa. Jehová hizo señales y milagros grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos; y nos saco de allá, para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres. Y nos mando Jehová que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a Jehová nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos conserve la vida, como hasta hoy" (Dt 6:20-24). 

Entonces las plagas eran un recordatorio para el Israelita de la Liberación de Dios, y a la vez de la razón por la cual debían ser obedientes, al recordar su situación anterior, deberían estar profundamente agradecidos a su Dios, por haberlos libertado y dado a heredar la tierra prometida a sus padres, tal como lo menciona el Salmista:

"Les dio las tierras de las naciones, y las labores de los pueblos heredaron; para que guardasen sus estatutos, y cumpliesen sus leyes" 
(Salm 105:44-45)

De la misma manera nosotros como el pueblo de Dios, escogidos por El, habiendo sido liberados de la esclavitud del pecado (Rom 6:17-18), y habiendo sido trasladados del reino de las tinieblas a su reino (Col 1.13), somos llamados a la obediencia, hemos sido comprado por un precio (1 Cor 6:20) y ahora nos corresponde vivir para aquel que dio su vida por nosotros (1 Cor 6:19-20; 2Cor 5:15).

c. Dar evidencia de que Jehová es el único Dios verdadero: "Para que sepáis que yo soy Jehova" (Ex 10:2b), vemos esa frase repetidas veces en cada una de las plagas (7:17, 8:10, 22, 9:14b, 29, 10:2). A través de las señales echas por Dios en Egipto, no solo los Egipcios conocerían quien es Jehová, sino los mismos hijos de Israel al mirar las señales y prodigios debían temer a Dios y adorarle por tan grande salvación que les estaba dando. Siglos después el Salmista recordaría estos eventos y alabaría a Dios por ellos:

"Puso en ellos las palabras de sus señales, y sus prodigios en la tierra de Cam. Envión tinieblas que lo oscurecieron todo; no fueron rebeldes a su palabra. Volvió sus aguas en sangre, y mato sus peces. Su tierra produjo ranas, hasta en las cámaras de sus reyes. Habló, y vinieron enjambres de moscas, y piojos en todos sus términos. Les dio granizo por lluvia, y llamas de fuego en su tierra. Destrozó sus viñas y sus higueras, y quebró los árboles de su territorio. Habló, y vinieron langostas, y pulgón sin numero; y comieron toda la hierba de su país, y devoraron el fruto de su tierra. Hirió de muerte a todos los primogénitos en su tierra, las primicias de toda su fuerza". (Salm 105:27-36).

De la misma manera la iglesia de Dios es llamada al recordar su vida sin el Señor a alabarle y adorarle, por la salvación tan grande que nos ha dado a través del Señor Jesucristo.

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