Seguidores

viernes, 7 de agosto de 2020

ÉXODO 11

 


En el capitulo 11 del Libro de Éxodo, se nos describe finalmente la ultima de las Plagas y la mas terrible de todas, con la cual el faraón dejaría ir a los hijos de Israel, se cumpliría las palabras del Señor: "Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir, he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito" (Ex 4:23)

Israel era el primogénito de Dios (Ex 4:22), ese es el testimonio que El daría de su pueblo, ellos son su hijo, este primer hijo, llamado a servir a Dios y a ser una luz a las naciones, en la historia de este "hijo", vemos que finalmente falla su misión, pero Dios enviaría el verdadero Hijo, Dios encarnado, el cual si como un Hijo fiel, seria obediente, y en El las bendiciones Abrahamicas alcanzarían a toda familia de la tierra.

El verso 3, hace mención a que Dios daría gracia al pueblo en los ojos de los egipcios, los cuales darían objetos de plata y oro y de esa manera se cumpliría las palabras del Señor a Abraham, que su descendencia después de habitar tierra ajena y ser esclava allí por 400 años, finalmente saldrían con gran riqueza (Gn 15:13-14). De esta manera los hijos de Israel despojarían a los Egipcios (Ex 12:35-36), y dichos objetos serian los utilizados posteriormente para la construcción del Tabernáculo y sus utensilios (Ex 35:22 y 29).

En esta plaga final, Dios nuevamente mostraría la diferencia que haría entre el pueblo de Israel y los egipcios. Se hace mención en el verso 7, "Pero contra todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua, para que sepáis que Jehová hace diferencia entre los egipcios y los israelitas" (Ex 11:7).

Dicha plaga terrible acabaría por humillar la soberbia egipcia, y hacer ver a todos que Dios cuidaba a su pueblo, había determinado liberarlos, y establecía su juicio sobre sus opresores. Dicha liberación de la muerte de los primogénitos se daría a través de la sangre de corderos, cuya fiesta llamada la Pascua seria recordada de generación en generación y seria una figura del sacrificio del Señor Jesús.

Faraón no oiría las palabras de Moisés, tal como Dios le había dicho para que se cumpliese todas las maravillas que Dios había determinado hacer delante del pueblo egipcio y a los ojos de todas las naciones y le teman (Ex 11:9). 

El capitulo culmina haciendo mención a que Dios había endurecido el corazón del faraón para no dejarlos ir, hasta que se viera culminado todos los juicios  a través de las plagas (Ex 11:10). Por ello que terrible es endurecer el corazón delante de Dios, cuando Dios nos llama una y otra vez al arrepentimiento, o nos advierte de no andar en desobediencia, somos llamados a no endurecer el corazón, para el pueblo de Dios, esa es la exhortación, a no endurecer el corazón cuando escuchamos su voz. Tal como lo dice el autor de hebreos:

"...Si oyereis hoy su voz. No endurescais vuestros corazones..." (Heb 3:7-8)

Si el hijo de Dios endurece el corazón queda expuesto al juicio de Dios, no para condenación pero si para disciplina, pues Dios en su fidelidad, no nos dejara en una condición de dureza permanente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario