Seguidores

lunes, 24 de agosto de 2020

ÉXODO 19

 

COMENTARIO

En el capitulo 19 del libro de Éxodo, el pueblo de Israel se encuentra al pie del monte Sinaí, ya han pasado tres meses desde la salida de Egipto (Éxodo 19:1), y ahora Dios se manifestara a su pueblo, en estos tres meses el pueblo constantemente se ha estado quejando, y murmurando contra Moisés y Aarón, han tentando a Dios, desafiándolo para haber si les podía proveer agua y alimentos en el desierto. Pero es en este capitulo donde Dios, les hará saber que El es quien los ha sacado para que nunca mas duden y le crean a Moisés (19:9). Dios ordena a Moisés subir al monte (19:3), y le indica decirle al pueblo:

"Vosotros visteis lo que hice a los Egipcios y como os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa.." (Ex 19:4-6)

El Dios de Israel a manifestado su poder delante de su pueblo y de los Egipcios, Dios los ha escogido por pura gracia y en razón de la promesa hecha a sus padres, los patriarcas (Dt 7:6); pero demanda de ellos obediencia a su Pacto, que esta a punto de manifestar en el Decálogo o los diez Mandamientos, Dios los había liberado para formar una nación privilegiada contarían con la Ley de Dios, pero también eran llamados a ser "sacerdotes", en este contexto, el sentido es que la función de Pueblo delante de Dios era de ser una nación de intercesores, para que las demás naciones de la tierra, se vuelvan a Dios, tendrían una Ley perfecta, y eran llamados a regir sus vidas bajo esa ley, eran llamados a ser "santos", es decir diferentes en medio de todos los pueblos que vivían a sus alrededores.

En Deuteronomio 4:5-8, Moisés le dice las siguientes palabras a la segunda generación, con respecto a la Ley de Dios:

"Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardaos, pues y ponedlos por obra, porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿que nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo esta Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?. Y ¿que nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros". (Dt 4:5-8)

Lamentablemente la primera generación a pesar que respondieron afirmativamente a Moisés (Ex 19:8), no obedecieron y su incredulidad y dureza de corazón los llevaron a vagar por 40 años en el desierto.

Vemos también en este capitulo con claridad el papel de Moisés como intermediario entre Dios y los hijos de Israel, Moisés subía al monte a hablar con Dios, y luego bajaba a manifestar sus palabras al pueblo (19:3, 7; 9, 14; 20-21; 24).. Y es en esta pasaje donde Dios va a revelar que el no es como los "dioses" egipcios, el es el Dios Santo, y es importante que su pueblo entienda ello, no se están acercando a cualquier persona, Dios no es como ellos.

Dios ordena a Moisés santificar al pueblo y que laven sus vestidos pues al tercer día el descendería sobre el monte Sinaí (19:10-11), a su vez da una advertencia: "Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus limites; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá" (19:12), Dios da limites al pueblo pues El sabe que el contacto de su presencia frente al pecado, resultara en muerte. Vemos que finalmente solo Moisés y Aarón pudieron subir al monte (Ex 19:24), aún los sacerdotes no pudieron subir, y se repite una frase nuevamente de advertencia "no traspasen los limites, para que no haga entre ellos estrago" (19: 21,22 y 24b). 

Dios se manifiesta aquí de una manera terrible con sonido de bocina, truenos, relámpagos humo que subía como un horno, y todo el monte se estremecía ante la presencia de Dios, Moisés hablaba y Dios le contestaba con voz tronante (19:16, 18-19), ahora ¿por qué Dios se manifestó de esta manera al pueblo? y vemos que fue para que el pueblo le temiera y para que ya no sigan con sus mismas actitudes pecaminosas (Éxodo 20:20), en el capitulo 20 veremos que el pueblo estaba espantado ante tal manifestación, pero era necesario que ellos fueran confrontados con el Dios Santo y entendieran que el Dios que los había liberado, era el único Dios, y era un Dios Santo, y debían temerle y reverenciarlo, era necesario esa actitud para que ellos dispusieran su corazón a la obediencia a la Ley que Dios les estaba por dar.

Para nosotros que nos hemos acercado a Dios, a través de la persona del Señor Jesús es diferente, ya no nos acercamos a este monte y no se nos manifiesta Dios de esta manera, tal como lo indica el autor de Hebreos:

"Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo; y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando; sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel" (Heb 12:18-24)

Sin embargo, no debemos perder la misma reverencia, pues nuestro Dios, es el mismo. El mismo Dios Santo que ahora nos acepta en Cristo y por el cual podemos acercarnos con confianza a su trono de gracia (Heb 4:16), es el mismo Dios.

"Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor" (Heb 12:28-29)


 


No hay comentarios:

Publicar un comentario