COMENTARIO
Según Bob Utley, una razón sugerida para la existencia de este capítulo es que sirve para mostrar que lo que se ha consagrado a Dios no debe tomarse de vuelta.
Se debía tener claro que todo lo consagrado a Dios era cosa santísima (Lev 27;28). Sin embargo, si se desea recuperar, se debe añadir una quinta parte o un 20% (Lv 27:13, 19, 27, 31). Algunas cosas no podían ser recuperadas en absoluto (Lv 27:10, 33). También, aquello que no recibió un trato apropiado se convertía en propiedad total de los sacerdotes en el año del jubileo (Lv 27:20-21). En el caso del verso 14 y 15, parece ser el tipo de ofrenda por la cual el Señor Jesús acusó a los fariseos de explotarla (Mt 23:14)
Todos los diezmos pertenecían al Señor, pero aquí parece ser un caso especial, posiblemente delineado en Dt 14:22-27. Los diezmos eran cosa dedicada al Señor y consagrados, por ello debían ser dados y administrados con temor. Había varios diezmos en Israel:
Diezmo para el mantenimiento de los levitas, se daba 1 vez al año (Lev 27:30, Núm 18:21-29, 14:22-27)
Diezmo para el mantenimiento del Santuario: Dt 12: 6-7
Diezmo par los pobres del pueblo: Dt 22: 28-29
El Libro culmina haciendo mención a que todos los mandamientos han sido ordenados por Dios, dados por El a Moises, para los hijos de Israel, en el monte Sinaí (Lev 26: 46, 27:34)
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