COMENTARIO
En el capítulo 24 del Libro de Levítico se hace mención en los versos del 1 al 9, a dos elementos que formaban parte del servicio dentro del Tabernáculo dado por los sacerdotes.
El aceite de las lámparas: Cabe recalcar que este aceite no es el aceite de la unción, usado para ungir a los sacerdotes, sino era un aceite especial de olivas machacadas, usado para hacer arder las lámparas continuamente (24:2), este mandato de hacer arder continuamente las lámparas desde la tarde hasta la mañana, se repite también en Ex 27:20-21. De alguna manera las lámparas simbolizaban a la nación de Israel, la cual debía ser una luz para las naciones, ellos serían luz en la medida que guardaran y pusieran por obra la “Ley de Dios” (Deut 4:5-8). Esa misma función es ahora dada a la Iglesia, vemos en el NT, en el libro de Apocalipsis, que las iglesias son simbolizadas por 7 candeleros (Ap 1:12 y 20b). El aceite como símbolo del Espíritu Santo, era vital para que el candelero arda e ilumine de manera constante, de esa misma manera la Iglesia y cada creyente de manera particular requiere ser lleno del Espíritu Santo, para poder cumplir su función de ser luz en este mundo (Mt 5:14-16; 1 tes 5:5-6).
El Pan de la proposición: Estos panes eran los que se ponían sobre la mesa, en el lugar santo (Ex 25:30), frente al candelero, eran puestos en hilera de seis, y sobre cada hilera se ponía también incienso puro. Estos panes solo podían ser comidos por los sacerdotes (Lev 24:9). A su vez estos doce panes, de alguna manera también tenían un simbolismo de las 12 tribus de Israel, que eran presentadas delante de Dios como un perfume.
El castigo del Blasfemo: en esta sección se nos narra el juicio de pena capital a un joven que blasfemo el nombre de Dios (24:11), podemos sacar los siguientes observaciones para reflexionar:
El joven era hijo de una mujer israelita y un egipcio (24:10)
La mujer pertenecía a la Tribu de Dan (Gn 49:17, Ap 7)
La sentencia fue dada por Dios (24:12)
La disciplina, tuvo el propósito de que todos temieran a Dios y respetaran su nombre (24:15-16)
En el pueblo de Israel existia la pena de muerte, habia sido establecida por Dios mismo, en casos especificos (Lev 20).
Se hace mención a la Ley del Talión (24:20)
En el caso de no haber muerte, tenía que haber restitución del daño ocasionado (24:18 y 21)
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