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martes, 7 de julio de 2020

LECTURA DE GÉNESIS 35


COMENTARIO

En el capitulo 35 del libro de Génesis, Dios ordena a Jacob volver a Betel "Casa de Dios", el lugar donde hace mas de 20 años Jacob había tenido su primer encuentro con Dios, cuando huía de Esaú (Gn 28:16-19). Dios le ordena que regrese allí y levante un altar (Gn 35:1). Recordemos que todo esto se da en en contexto en el cual los hijos de Jacob habían cometido una masacre brutal como pretexto del ultraje de su hermana Dina, y Jacob se había llenado de temor frente al peligro de que los pueblos vecinos los atacaran (Gn 36:30), es en este contexto, que Dios lo va a llevar a sus raíces, al principio de su peregrinaje, le va hacer recordar cuando por primera vez escucho su voz y Dios le dio seguridad en medio de su angustia cuando huía de la amenaza de su hermano. Cuan necesario es para cada uno de nosotros volver y recordar nuestra primera experiencia de encuentro con Dios, cuando talves nuestras oraciones no eran tan elaboradas, pero nuestro corazón era fervoroso y estaba lleno de ese entusiasmo y deseo profundo de buscar y agradar a Dios, cuando descubrimos que eramos amados, perdonados y aceptados a pesar de nuestra antigua vida, que necesario es volver al "primer amor". Jacob nuevamente empieza a experimentar temores, dudas y angustia, y Dios le dice: Vuelve a Betel, vuelve a casa, vuelve a mi presencia, vuelve a tu primer amor, búscame como al inicio. Y creo que es lo mismo que Dios nos dice a aquellos que nos podemos ver nuevamente sumergidos en angustias, temores y aún situaciones que por malas decisiones podemos vivir, sin embargo Dios en amor nos dice vuelve a mi y búscame como al inicio.

Jacob sabe que debe regresar al lugar donde tuvo su primera experiencia con Dios, pero ahora no esta solo, tiene una gran familia, sabe que ha descuidado la formación espiritual de sus hijos. Ahora un segundo principio importante es entender que si nos volvemos a Dios, tenemos que "volvernos de todo corazón", Jacob sabe que su familia se ha desviado de los caminos del Señor cayendo en practicas de idolatría, y es necesario que se limpien de estas cosas, si desean acercarse a Dios. El apóstol Pablo en su segunda carta a Timoteo va a mencionar: "...Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor" (2Tim 2:19b).

El verso 2 y 3 del capitulo 35, nos menciona que Jacob emprende la tarea de limpiar su casa, "quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos". La casa de Jacob se había contaminado con la idolatría, no sabemos con exactitud el origen de ello y porque Jacob lo permitió hasta este punto, pero recordemos que Raquel había hurtado los dioses de su padre Labán, al salir de Padan-aram, este es el único indicio de idolatría que pudo haber llevado a la familia de Jacob a contaminarse. Que importante es que podamos ser vigilantes de nuestro propio corazón, talves los cristianos ya no adoren ídolos de piedra ni estatuas, pero debemos cuidarnos de los ídolos de nuestro corazón. El apóstol Juan, en su primera carta finaliza con estas palabras: "Hijitos míos guárdense de los ídolos" y en otra versión se menciona: "Hijitos míos, cuídense de cualquier cosa que pueda reemplazar a Dios en sus corazones" (1 Jn  5:21). 

Una vez la familia de Jacob se limpio y entrego a Jacob sus ídolos y todo aquello que les contaminaba, el pasaje menciona que Dios obro a favor de ellos y no permitió que los pueblos vecinos los dañaran (Gn 35:4-5). Jacob llega a Betel con todo su clan y allí edifica un altar y adora a Dios, y es nuevamente en este lugar que Dios vuelve a hablar con el, y le confirma el Pacto hecho con sus padres Abraham e Isaac (Gn 35:10-13), vemos que muchas veces podemos olvidar los propósitos de Dios y en el camino desviarnos en medio de los afanes de la vida, pero es Dios quien a través de las circunstancias difíciles nos hace nuevamente volver a el, poner la mirada en El y recordar el propósito por el cual hemos sido llamados.

Me gusta poder ver esta parte de la vida de Jacob, como su tiempo de "renovación espiritual", en la que Dios le recuerda su llamado para el y su descendencia. Sin embargo vemos que el relato bíblico continua y nos describe dos eventos trágicos. El primero la muerte de Raquel quien muere dando a luz a Benjamín, y es sepultada en Belén, aldea en la cual nuestro Señor nacería siglos después. Se hace mención que Jacob levanta un pilar sobre su sepultura como señal, algo que nos puede parecer curioso es ver que Jacob finalmente no entierra a Raquel en la cueva de Macpela que era el lugar de sepultura que Abraham había comprado como heredad de sepultura de los hijos de Het (Gn 23:16-17), en ese lugar Abraham e Isaac, habían enterrado a sus esposas legitimas y amadas, sin embargo vemos que Raquel no es enterrada allí y que finalmente como se vera mas adelante Lea sera enterrada allí, lo cual nos lleva a sugerir que con el tiempo Jacob considero mucho a Lea.

En segundo lugar se nos menciona a Rubén deshonrando a su padre, se acuesta con Bilha una de sus concubinas y madre de sus hermanos (Gn 35:22), lo cual traerá consecuencias para su vida como se vera mas adelante. Se nos menciona a los doce hijos de Jacob, que formarían la nación de Israel en un futuro tal como Dios lo había prometido a Abraham. Finalmente se nos narra la muerte de Isaac, quien muere en buena vejez y lleno de días a la edad de 180 años, haciendo referencia no solo a que vivió mucho tiempo, sino que vivió una buena vida, una vida plena y satisfactoria; donde seria finalmente enterrado por sus dos hijos ya reconciliados Jacob y Esaú.

lunes, 6 de julio de 2020

LECTURA DE GÉNESIS 34


COMENTARIO

En Génesis 34 se nos narra dos eventos donde podemos ver cuales son las consecuencias de no saber controlar nuestras pasiones. Por un lado Siquem quien abusa de Dina, hija de Jacob, trayendo muerte y destrucción sobre si mismo, su familia y su pueblo; y por otro lado los hijos de Jacob, hermanos de Dina (Simeón y Levi), que no controlan su ira la que los lleva a desbordar su venganza aún sobre gente inocente, poniendo en riesgo la supervivencia de su clan.

Podemos entender mejor la situación a partir de su contexto cercano, el cual lo encontramos en Gn 33:17-20, en este pasaje se nos menciona que después de la separación de Jacob y Esaú. Jacob habito en un territorio llamado Sucot, y finalmente pone sus tiendas frente a la ciudad de Siquem, comprando una parte del campo a los hijos de Hamor, Padre de Siquem. No sabemos porqué Jacob toma esta decisión, sin embargo a semejanza de Lot sobrino de su abuelo no considera que el habitar junto a una ciudad pagana, nunca sera seguro. 

Tanto Abraham como su padre Isaac si bien se trasladaron durante diferentes lugares de Canaán durante su peregrinaje, finalmente habitaron en Beerseba (Gn 21:33, 22:19, 28:10), años atrás Abraham había hecho un pacto de paz con Abimelec en esta tierra, así que era un lugar seguro para los patriarcas, sin embargo vemos que Jacob, a su regreso de Harán decide no habitar allí sino cerca a una ciudad pagana, y de esa manera expone a su familia  a la idolatría de esa ciudad, recordemos que una de las características de estas ciudades Cananeas era su idolatría, Jacob al estar tan cerca, expone también a sus hijos a tener contacto con mujeres de esa ciudad, recordemos que era necesario que los hijos de Abraham no se juntaran con mujeres de estos pueblos, y eso lo vemos tanto en la vida de Isaac, su padre quien a diferencia de su hermano Esaú no toma mujer de estas regiones (Gn 27:46, 28:1-2). Sin embargo Jacob dejado talvez llevar por el esplendor de esta ciudad y la posibilidad de comercio, olvida y descuida el cuidado espiritual que como padre debe tener de sus hijos.

1. Una vileza cometida: La violación de Dina

Es en este contexto, que entendemos mejor la situación trágica vivida por Dina, hija de Lea y Jacob. Vemos en el verso 1 del capitulo 34, que Dina va a ver a las hijas del país, nuevamente vemos el descuido de Jacob, al dejar que su hija vaya sola a esta ciudad, donde finalmente sera ultrajada por Siquem, hijo de Hamor heveo, príncipe de esta tierra (Gn 34:2). Se hace mención que Siquem se enamora de Dina, y Hamor padre de Siquem va a hablar con Jacob para pedirle la mano de su hija para Siquem. Los hijos de Jacob al enterarse de lo sucedido se entristecieron y enojaron mucho. Pero Hamor les ofrece que emparenten entre ellos y hagan alianzas comerciales (Gn 34:9-10), Siquem también les ofrece aumentar la dote por la mano de Dina (Gn 34:11-12). Esta parecía la mejor solución en términos humanos, pero Jacob sin saberlo expuso a su familia a desviarse de los propósitos de Dios, era necesario que ellos no se casasen ni emparentasen con naciones paganas, recordemos el mandato que Abraham le da a su siervo cuando va a buscar esposa para Isaac, no debían unirse a mujeres de esas tierras (Gn 24:3). A través de los hijos de Israel se iba a formar las 12 tribus de Israel, y el futuro pueblo de Dios, era crucial que ellos no se mezclasen con pueblos paganos, debido a que se corría el riesgo que desaparecieran como nación y acabaran formando parte de las naciones cananeas que le rendían culto a falsos dioses. 

2. Una ira descontrolada: La venganza de Simeón y Levi

En el verso 13 al 17, se nos hace mención que los hijos de Jacob se dirigen a Hamor y Siquem con palabras mentirosas, y les dicen que ponen como requisito para aceptar su propuesta el que ellos y su pueblo se circunciden, el relato bíblico nos menciona que Siquem se apresuro en hacer lo que se le dijo porque estaba enamorado de Dina (Gn 34:19) y convenció junto con su padre Hamor a todo varón que pasaba por la puerta de la ciudad en hacer lo mismo para poder de esta manera emparentad con los hijos de Jacob y hacer alianza comercial con ellos, los cuales al escucharlos accedieron (Gn 34: 20-24). Pero al tercer día en donde se sentían los mayores dolores, el texto bíblico nos relata que Simeón y Levi, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada y mataron a todo varón, a Hamor y a Siquem (34:25-26), no contentos con ello saquearon la ciudad y llevaron cautivos a mujeres y niños (34:27-29) . Ante este hecho tan terrible Jacob reprende duramente a sus hijos, diciéndoles que por causa de sus violentas acciones lo han hecho abominable a los ojos de los pueblos de esas regiones, y han expuesto a todo su clan a destrucción. Frente a este reprensión Simeón y Levi, justifican su violencia recordandole a Jacob la violación de su hermana (Gn 34:30-31). 

Nada justifico las acciones de Simeón y Levi, es verdad que Siquem había cometido un acto vil con Dina, pero la solución no era la venganza, la cual los llevo a desbordar su ira sobre toda una ciudad, sobre niños y mujeres que nada tenían que ver con el asunto, y a su vez fue un pretexto para adueñarse de sus posesiones. Al hacer esto, Levi y Simeón quitaron de las manos de Dios el poder hacerse cargo del asunto, y tomaron la venganza en sus manos, exponiéndose ellos mismos a la ira de Dios por su violencia. El apóstol Pablo en su carta a los Romanos menciona: 

"No os venguéis vosotros mismos, amados míos, dino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito esta: Mía es la venganza, yo pagare, dice el Señor" (Rom 12:19)

La venganza no es la solución para el hijo de Dios, somos llamados a perdonar, y dejar lo demás en las manos de Dios. Ahora como hijos de Dios podemos hacer esto, gracias a la presencia del Espíritu Santo en nosotros.

El pasaje nos relata cuales son las consecuencias de dejarse llevar tanto por la lujuria como por la ira, el rey Salomón en uno de sus proverbios menciona: 

"Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad" (Prov 16:32). 

El dejarnos llevar por nuestras pasiones no es un signo de hombría, en nuestra cultura actual, se invita a dejarnos llevar por nuestras pasiones como equivalente a supuesta libertad, y se exalta de esta manera el desenfreno humano. Sin embargo para Dios, el ejercer dominio propio sobre nuestras pasiones es sabio, es digno y es agradable a sus ojos, la verdadera libertad se experimenta cuando no nos dejamos gobernar por ellas, ya que demuestra que somos hombres capaces de dominarnos y de tomar decisiones que nos llevaran por sendas de paz y seguridad. 

"El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad" (Prov 14:29).

Finalmente, Jacob al final de sus días, dirijiendose a Simeón y Levi menciona: 

"Simeón y Levi son hermanos; armas de iniquidad sus armas. En su consejo no entre mi alma, ni mi espíritu se junte en su compañía. Porque en su furor mataron hombres, y en su temeridad desjarretaron toros. Maldito su furor, que fue fiero; y su ira que fue dura. Yo los apartare en Jacob y los dispersare en Israel" (Gn 49:5-7). 

En su sed de venganza quisieron apropiarse del territorio y posesiones de Siquem, actuando con mayor vileza que el, y vemos como Dios a través de las palabras de Jacob les devuelve las consecuencias de su falta de temor y crueldad, Simeón sera una de las tribus que prácticamente seria absorbida por las demás tribus, y Levi, no tendría jamas posesión territorial entre sus hermanos, sin embargo Dios en su gracia les extendería misericordia concediéndoles el privilegio del sacerdocio y ministros del tabernáculo (Num 1:47-50).




sábado, 4 de julio de 2020

LECTURA DE GÉNESIS 33


COMENTARIO

En el capitulo 33 de Génesis se nos relata el encuentro de Esaú con Jacob. Jacob viene de luchar con el ángel en Peniel, ha sido bendecido y se verán las evidencias de ese encuentro en este capitulo, Jacob ya no es el mismo, luego de ordenar a su familia, pasa delante de ellos y se inclina siete veces hasta que llega su hermano (33:3), Jacob ya no esta luchando como años atrás por ser superior a su hermano, ya no busca ser el, el reconocido, sino ahora se humilla y se reconoce inferior a su hermano, a aprendido que "Dios da gracia a los humildes", y en esa actitud, ve el favor de Dios que ha obrado en el corazón también de su hermano, ya no hay rencor, ni resentimiento, Esaú corre a el le abraza, se besan y lloran, son veinte años que han estado separados, es hora de la reconciliación, solo Dios puede obrar una verdadera reconciliación en el corazón, solo Dios puede ayudarnos a olvidar nuestras culpas y perdonar los agravios. El apóstol Pablo en su carta a los colosenses:

 "Vestíos pues como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportandoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros".
(Colosenses 3:12-13)

Una de las evidencias que somos hijos de Dios, es que perdonamos, no puede haber alguien que diga que se ha encontrado con el Señor, y guarde rencor u odio hacia su hermano, el apóstol Juan en su primera carta nos habla al respecto y menciona: 

"El que dice que esta en luz, y aborrece a su hermano, esta todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano esta en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a donde va, porque las tinieblas le han segado los ojos" 
(1 Juan 2:9-11).

"En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia y que no ama a su hermano, no es de Dios" (1 Juan 3:10).

Entonces vemos que una de las evidencias que somos de Dios y estamos en El, es que perdonamos y amamos. Pues es imposible que aquellos que reciben el perdón de Dios verdaderamente, y disfrutan de esa gracia inmerecida, no sean capaces de trasladarlos a los demás, pues es el amor y perdón de Dios quien nos capacita para perdonar y amar a nuestro prójimo.

En este encuentro de reconciliación entre los hermanos, vemos también otra de las evidencias de una autentica reconciliación, Jacob le presenta su familia a su hermano (33:5-7). Esaú le pregunta acerca de los animales que le han antecedido, frente a esto Jacob le dice que acepte los regalos, Esaú no quiere aceptarlos, pero ante la insistencia de Jacob accede. Vemos finalmente que la disposición a desprendernos de las cosas, y a dar a otros como muestra de amor desinteresado, es una evidencia del obrar de Dios, en este caso en el corazón de Jacob. Ha llegado la hora de despedirse, Esaú parte hacia el monte Seir, lugar que Dios le ha dado para el y sus descendientes (33:16), y Jacob se va hacia Sucot, y habita en Siquem. Y es allí donde Jacob adora a Dios, erige un altar y lo llama "El Elohe Israel", que significa en hebreo, "El Dios de Israel", Jacob ya no se refiere a Dios como el Dios de sus padres (Gén 31:5,42,53 y 32:9), ahora ha tenido su propio encuentro con Dios, y puede decir con total convicción que Jehova es su Dios.

viernes, 3 de julio de 2020

LECTURA DE GÉNESIS 32

Jacob Pelea Con Dios - Historia de la Biblia - Historias Bíblicas

COMENTARIO

En el capitulo 32 de Génesis, se nos narrara el evento a mi parecer más importante en la vida de Jacob, en donde Dios le cambiaría el nombre de Jacob que significa "usurpador" a Israel, que significa "el que lucha con Dios", haciendo referencia a su encuentro con Dios en Peniel, donde como el mismo va a mencionar "fue librada su alma" (32:30).

Jacob ha logrado poder salir en paz de Harán finalmente como se vio en el capitulo anterior, hace un pacto de paz con Labán (31:51-53). Ahora llegaría el momento del encuentro entre los dos hermanos. Recordemos que han pasado ya 20 años, desde que Jacob huyo de la casa de sus padres, según el relato bíblico Isaac aún esta con vida, pero ya no se sabe nada de Rebeca, probablemente haya muerto durante este tiempo, lejos de su hijo. Jacob a medida que va avanzado se va acercando al monte Seir, que es el territorio que Dios le había dado por heredad a Esaú y a su descendencia, que en un futuro serian los Edomitas, por razón de su padre Esaú que es Edom (25:30)

Los mensajeros de Jacob le dan la noticia de que su hermano se esta acercando a el con 400 hombres y de pronto su corazón se llena de temor, seguro al recordar las palabras de Esaú años atrás jurando matarlo y vengarse de el, apenas muera su padre (Gn 27:41), ya han pasado veinte años, sin embargo los temores siguen presentes. Jacob ya no es el mismo estos veinte años en casa de Labán han sido de aprendizaje, el ahora tienen una actitud diferente para con lo material, ya no es su prioridad, y también sabe que las bendiciones de Dios, son de gracia y no se obtienen a la fuerza ni bajo trampas y engaños. Ha aprendido a callar delante de Dios y a esperar en el, y Dios le sigue enseñando a confiar y en esta prueba experimentar su protección y liberación de su alma.

Jacob frente al peligro busca a Dios, ya no confía tanto en si mismo sino primero busca en oración y a su vez se fortalece en fe al recordarse las palabras de Dios. De que el estará con el, Dios le ha dicho que regrese a su tierra, entonces puede estar seguro y confiar en que el lo guardara y cumplirá en El las promesas hechas a Abraham (Gn 32:12). Jacob reconoce que solo Dios es quien puede darle libertad. Muchas veces podemos buscar libertad en los lugares equivocados, generalmente este mundo nos ofrece una falsa libertad, el hacer lo que tu quieres, sin embargo la Biblia nos habla de una libertad diferente, una libertad del alma, de las culpas, de los temores, de la falta de paz, esa libertad solo lo puede dar Dios. El Señor Jesús cuando estuvo aquí en la tierra menciono: "Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Jn 8:32).

Jacob se sabe libre de su tío Labán, pero ahora enfrenta la realidad de su alma, aún en su interior no ha sido liberado, y vamos a ver que precisamente es en este pasaje donde Dios ha preparado un lugar para un encuentro especial, Jacob se separa temporalmente de su familia y el pasaje nos relata que pelea con "el ángel" hasta rayar el alba (32:24), al ver el ángel que no podía con el, lo toca y le descoyunta el muslo (22:25), Jacob no soltara a este ángel, que habla con la autoridad de Dios mismo hasta que lo bendiga, Jacob necesitaba un toque de Dios, sabia que solo Dios podía liberarlo y por eso lucha, persevera y alcanza la bendición (32:26-28).

Muchas veces nuestra búsqueda de Dios puede ser tan superficial, no pretendamos más de Dios en nuestras vidas si no estamos dispuestos a perseverar en buscar su rostro. El evangelio de Lucas en (Lc 11:5-13 ), nos narra una parábola, en la cual el amigo finalmente obtiene lo que quiere porque es persistente, y el Señor nos dice, "el que busca encuentra y el que llama a la puerta, se le abre", es el anhelo de Dios que podamos experimentar mas de sus bendiciones en nuestras vidas, y de esa vida en abundancia que el ha prometido para los que le aman. Pero es necesario que busquemos, y estemos dispuestos aún a un pequeño dolor que nos recuerde nuestra necesidad de Dios pero a la vez nos lleve siempre a depender de el, Jacob tuvo que sufrir el dolor de su muslo descoyuntado, pero experimento la liberación de su alma, y ya no fue más el usurpador, sino Israel, el que lucha con Dios, y pelea, batalla, se esfuerza y persevera por lo que vale la pena una relación más profunda con Dios y el obrar de el en su corazón. A través de este Jacob Dios cumpliría sus promesas hechas a Abraham, el seria el padre de las 12 tribus de Israel, de la cual se formaría la nación de Israel, y a través de la cual vendría el Mesías.

jueves, 2 de julio de 2020

LECTURA DE GÉNESIS 31


COMENTARIO

El capitulo 31 de Génesis nos da mas detalles de la vida de Jacob con Labán, en total el le había servido veinte años, catorce por sus dos hijas y seis por su ganado, además de haber sufrido el abuso al haberse le cambiado el salario diez veces (31:6-7, 41). Jacob es consciente que la actitud de su tío ya no es la misma que al inicio con el, y que los hijos de Labán le tenían envidia al ver su riqueza, pues decían que todo lo había adquirido era por medio de su padre (31:1-2). Habia llegado la hora de regresar a Cannán, Dios confirma ello diciéndole: "Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo" (31:3). Durante el tiempo que Jacob estuvo con Labán, Dios había obrado en Jacob, le había enseñado a ganarse las cosas con el sudor de su frente y no a través de engaños, seguro cada noche de frío el recordaba las palabras de su hermano Esaú, y sin duda, a través de estos momentos difíciles el aprendió a callar y esperar en Dios. En el Salmo 37 verso siete, se nos menciona: "Guarda silencio ante Jehova, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades", Jacob había experimentado la injusticia y el abuso de su tío, su sueldo había sido cambiado diez veces, y corría el riesgo de quedarse sin nada. Sin embargo Dios ha visto su aflicción, mientras Jacob esperaba y callaba, Dios veía la injusticia pero también veía la actitud de Jacob, el estaba aprendiendo a esperar en Dios, y Dios fue quien lo restituyo y quien finalmente quito el ganado de manos de Labán para dárselo a Jacob (31:9).

Muchas veces podemos como hijos de Dios impacientarnos al ver las injusticias y ver prosperar al que no toma en cuenta a Dios, vienen aquí bien las palabras del Salmista: 

"No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán. Confía en Jehová, y haz el bien; y habitareis en al tierra, y te apacentaras de la verdad" (Salmos 31:1-3)

Algo que podemos estar seguros en los momentos de injusticia, es que Dios la ve, y el nunca tendrá por inocente al culpable, debemos aprender a esperar en su justicia y no pretender tomar las cosas en nuestras manos. 

La reacción de las hijas de Labán era de esperarse, ellas habían sido tal como lo mencionan vendidas por su padre y reconocían que era el Dios de Jacob, quien le estaba quitando todo a su padre, para dárselo a ellas y a sus hijos (31:14-16). Encontramos aquí un patrón muy común en la historia del pueblo de Israel, siempre que ellos sufrieran abuso, finalmente Dios les restituiría, les haría prosperar, y maldeciría a sus enemigos dejándolos con las manos vacías. Esto mismo lo vemos cuando el pueblo de Israel sale de Egipto despojando a los egipcios de sus riquezas, después de haberles servido por mas de cuatro siglos sin ningún pago (Ex 12:35-36, 40-41).

Dios le hace recordar a Jacob, su encuentro con el Bet-el (31:13), Dios le lleva a recordar su juramento, Dios ha sido fiel, le toca ahora a Jacob, oír la voz de Dios y obedecer, Jacob necesitaba tener la seguridad de que Dios estaba emprendiendo su retorno. Se nos menciona que Jacob huye a escondidas (31:17-18), y en su huida su esposa Raquel hurta los ídolos de su padre (31:19), podemos ver que Raquel había sido influenciada por la idolatría de Harán y de su padre, el pasaje nos menciona que cuando Labán llega a Jacob, Dios en sueños le advierte a que no lo trate mal ni le hable descomedidamente (31:24), y Labán le reclama a Jacob su proceder y el haberse ido, sin darle la oportunidad de despedirse de sus hijas e hijos (31:26-28), sin embargo reconoce que Dios esta con Jacob y le ha advertido que no lo trate mal (31.29), pero a la vez le reclama el haberle hurtado sus dioses, a lo cual Jacob reacciona diciendo: "que no viva el que tenga tus dioses", sin saber que era Raquel la que los había hurtado (31:32), Labán entra a las tiendas de Lea y las siervas y no encuentra nada, y al entrar a la tienda de Raquel ella esconde los ídolos debajo de ella y recibe a su Padre excusándose de no poder levantarse por estar en su periodo (31:34-35). Labán al no encontrar nada, encendió el enojo de Jacob, el cual le reclama su proceder y le recuerda como el lo ha tratado el tiempo que ha estado a su servicio, y que es Dios quien le ha permitido poder tener lo que tiene, ya que lo ha librado del mal que el pensaba hacerle (31:42). 

Finalmente Labán y Jacob hacen un Pacto, y en nombre de las palabras que juramentan en ese Pacto, esos territorios reciben los nombres de Galaad y Mizpa (31:47-49), con lo cual se separan y nunca mas se vuelven a ver. El pasaje no nos menciona que fue de los ídolos que Raquel hurto a su padre, pero nos muestra que Raquel adoraba otros dioses a escondidas de Jacob, y sin duda esto era desagradable a los ojos de Dios, no sabemos más pero algo que mas adelante nos llamara la atención es que finalmente Dios permite que sea Lea la esposa que sea enterrada en el lugar donde los otros patriarcas enterraron a sus esposas legitimas y amadas. Lea ademas había dado a luz a Juda, del cual vendría aquella "simiente", a través del cual las bendiciones de Abraham se extenderían a todas las familias de la tierra.

miércoles, 1 de julio de 2020

LECTURA DE GÉNESIS 30


COMENTARIO

En el capitulo 30 de Génesis se nos narra en la primera sección el conflicto que hubo entre Lea y Raquel, en un inicio Lea sufría por el desamor de Jacob, pues el amaba a Raquel, ella simplemente había sido usada por su padre y había sido entregada a ser la esposa no amada. Sin embargo vimos en el capitulo anterior que Dios vio su aflicción y le concedió alegría en el corazón dándole hijos, culminando ella alabando a Dios, con su cuarto hijo Juda. 

Raquel disfrutaba del amor de Jacob y de ser la esposa preferida, sin embargo sufría profundamente por no poder tener hijos, y reclama a Jacob por ello, el cual se enoja con ella diciéndole: " Soy yo acaso Dios, quien te ha impedido el tener hijos", Raquel decide darle a su sierva como esposa, para que a través de ella puedan tener hijos, en la cultura de esa época esto era permitido, lo vimos también con Agar y Abraham. Producto de la unión de Jacob con Bilha, sierva de Raquel, Jacob tiene dos hijos más, Dan y Neftali. Al ver Lea que ella habia dejado de tener hijos el pasaje nos menciona que ella hace lo mismo y da a Jacob a su sierva Zilpa, de la cual nacen Gad y Aser. Dios escucha el clamor de Raquel y finalmente le concede hijos, llamándolo al primero José.

En medio de toda esta disputa entre esposas, vemos aún la mano providencial de Dios, obrando y permitiendo estos sucesos para que a través de estas mujeres se formen las doce tribus de Israel que en un futuro formarían la nación de Israel. No era fácil la situación familiar en casa de Jacob, vemos que la poligamia nunca fue parte de la voluntad de Dios, el nos muestra en la vida de Jacob, sus esposas y después el conflicto entre sus hijos, que nunca la poligamia ni el adulterio tendrán frutos buenos. La voluntad de Dios tanto para el hombre como para la mujer fue siempre de una relación matrimonial monógama, tal como lo revelo en la creación de ambos y en la institución del matrimonio en Gn 2:23-24 "el hombre se unirá a su mujer", no dice "y sus mujeres, dicha voluntad se establecería legalmente para la vida de su pueblo como un mandamiento en la Ley de Moisés que vendría posteriormente, debemos entender estos sucesos en la vida de los patriarcas en el contexto de su cultura y considerando que Dios fue revelándose de manera progresiva.

Finalmente vemos en la segunda sección del capitulo, la decisión de Jacob al nacer José de regresar a su tierra, ya ha trabajado 14 años para Labán por sus esposas, y en todo ese tiempo, Labán ha prosperado por su causa y se ha aprovechado de Jacob, el ha experimentado el abuso de un familiar y de alguna manera ha bebido de su propia medicina, ahora sabe que es lo que se siente ser engañado y estafado, Dios en todo esto esta obrando en su corazón y recordándole también la promesa que el hizo en Betel, de que estaría con el, lo bendeciría y finalmente lo haría volver a su tierra (Gn 28:15). De la misma manera Dios ha prometido estar con cada uno de sus hijos, aquellos que han creído en Cristo, de que el "estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28:20b). 

Jacob decide entonces regresar, pero encontrara oposición por parte de Labán el cual no dejara así de fácil ir a aquel que le esta haciendo prosperar, sin embargo veremos que llegaran a un acuerdo, en el cual Jacob obtendría ganancia de su trabajo a través de ganado, sin embargo vemos que su tío nuevamente lo intenta engañar y estafar, llevando la parte del rebaño que le correspondería a Jacob lejos de el en manos de sus hijos, vemos en este contexto que Dios guía a Jacob y finalmente permite que los animales mas fuertes que nacían fueran para Jacob, y fue prosperado grandemente de esa manera Dios quito el rebaño de las manos de Labán y se las dio a Jacob. Vemos aquí la protección y provisión de Dios en la vida de Jacob, Dios mostraba una vez mas su fidelidad y estaba mostrandole a Jacob que ya era hora de volver a casa, la lección en Haran en casa de su tío había culminado.

LECTURA DE GÉNESIS 29


COMENTARIO

El capitulo 29 de Génesis nos relata la llegada de Jacob a la tierra del hermano de su madre, Labán. Jacob finalmente llega a Harán, y se nos menciona que llega a un pozo donde los pastores se reunían para dar de beber a sus rebaños, había una gran piedra que era necesario ser removida por lo cual esperaban a que todos llegaran para que juntos puedan moverla y de esa manera poder dar de beber a sus rebaños. Jacob pregunta por su tío y se entera que es conocido por aquellos pastores, y que se encuentra bien y es allí donde llega Raquel, la cual era una de sus hijas, y la pastora del rebaño de su padre. Jacob al verla remueve el la piedra, para que el rebaño de Raquel puede beber agua, la besa y llora; y le da a conocer que es hijo de la hermana de su padre. Es en este contexto que se dará el encuentro de Jacob con Labán.

Labán recibe bien a Jacob, y le indica que trabaje para el, y que convengan en un salario justo. Sin embargo Jacob ha sido prendado por Raquel, y propone a Labán trabajar 7 años por ella, a lo cual Labán accede, el pasaje nos hace mención que le pareció poco tiempo, porque la amaba (29:20). Cumplidos los 7 años, Jacob va donde Labán para pedirle a Raquel como esposa, y llegado el matrimonio Labán engaña a Jacob poniéndole a Lea en vez de a Raquel en la noche de bodas, Jacob al otro día se da cuenta del engaño y se enoja tremendamente con su tío (29:23-25), el cual pone como excusa que en su tierra "no se acostumbra que la menor se case antes que la mayor" (29:26), y le propone a Jacob que trabaje otros 7 años por Raquel (29:27), que cumpla con Lea la semana, como esposo (29:28), y después le dará a Raquel también como esposa. Es así donde vemos como Jacob empieza a experimentar el abuso por parte de su tío.

Labán ya había empezado a mostrar ciertos rasgos de ser un hombre ambicioso, avaro y convenido, recordemos que cuando Abraham envía a su siervo a buscar esposa para Isaac, luego de que el siervo de Abraham llega a casa de Rebeca, el al ver los regalos y joyas que este le ha dado a su hermana inmediatamente va y se muestra amable con el y da de comer a sus camellos (Gn 24:30-32), y el texto claramente nos da entender que su intención era de quedar bien y sacar algún provecho. Entonces vemos que Labán era el típico familiar que siempre buscaba sacar un beneficio de la situación, aunque se tratara de un familiar, el había visto que esos 7 años por causa de Jacob el había sido prosperado y no estaba dispuesto a dejarlo ir tan fácilmente, y uso aún a sus hijas para retenerlo, no importándole sus sufrimiento, vemos aquí que muchas veces por el afán de ganar dinero, las personas pueden estar dispuestas aún a hacer sufrir a los seres que quieren, con el pretexto de que finalmente lo hacen por ellos, pero lo más importante finalmente son las relaciones, y el ejemplo que damos a los hijos, en el caso de Labán el dio un pésimo ejemplo a sus hijas y les mostró que las veía como una simple oportunidad de ganancia, veremos mas adelante que finalmente eso llevara a que ellas se desvinculen de el y el acabe por perderlas.

Jacob, acabaría con dos esposas, en la cultura de esta época esto estaba permitido, y aún según las costumbres la esposa podría dar como mujer a su sierva si así lo deseaba en el caso que ella no pudiera tener hijos. En los versos del 31 al 35, se nos relata el nacimiento de los cuatro primeros hijos de Jacob, se hace mención que: "Dios vio que lea era menospreciada y le concedió hijos",  Lea tuvo que experimentar el ser rechazada por su esposo, por la avaricia de su padre, sin embargo Dios que ve la aflicción, y el mismo Dios que consoló a Agar en un pozo, seria el Dios que traería consuelo a su corazón, vemos que en los nombres que les daba a sus hijos ella manifestaba su dolor y aún su expectativa de ser finalmente amada, podemos ver que al nacer su cuarto hijo decide llamarlo Juda, que significa "alabanza" (29:35), con esto reconociendo a Dios y alabándolo por su bondad para con ella. De este hijo de Lea finalmente vendría aquel que seria "El León de la tribu de Juda" (Ap 5:5), aquella Simiente por la cual la bendición de Abraham se extendería a cada familia de la tierra, nuestro Señor Jesucristo.