En el libro de Levítico en el capitulo 2, se nos habla de un segundo tipo de ofrendas, que era "la Oblación", que era un tipo de ofrenda a base de alimentos de origen vegetal. Estas ofrendas no eran para expiación de pecado, debido a que no involucraba derramamiento de sangre, pero si era una especie de regalo u ofrenda de gratitud a Dios. Y de la ofrenda que se traía, una parte se hacia arder en el altar para memorial (2:2 y 9), y lo restante de la ofrenda era para Aarón y sus hijos, lo cual era considerado "cosa santísima de las ofrendas que se queman para Jehová" (2:2b y 10). En ese sentido vemos que para Dios había provisto sustento para los sacerdotes que se encargaban de ministrar en el Tabernáculo de reunión, era justo y santo, que ellos recibieran sustento por parte de sus hermanos.
Entonces vemos que en este tipo de ofrendas, Dios también proveía para sus servidores, en este caso los sacerdotes. Moisés nos menciona:
"Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad en Israel; de las ofrendas quemadas a Jehová y de la heredad de él comerán" (Dt 18:1).
Lo cual también seria ratificado por el apóstol Pablo en su primera carta a los Corintios, donde menciona:
"¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio" (1Cor 9:13-14)
Esto nos recuerda que en la Iglesia, Dios ha establecido que sus ministros también sean sustentados por sus respectivas congregaciones, debido a que ellos anuncian el evangelio, y ha sido establecido por Dios y no por hombre que vivan del mismo (1Cor 9:14)
En segundo lugar, encontramos que este tipo de ofrendas tenían que ser de cierto tipo de ingredientes o alimentos específicos, por ejemplo encontramos que tenían que ser de flor de harina, tenían que incluir aceite y en algunos casos incienso. Recordemos que las ofrendas de alguna manera simbolizaban o eran una figura del futuro sacrificio del Señor Jesús, de su vida y aún nos mostraban características de su misma naturaleza y persona, ya que en toda la vida del Señor Jesús fue una ofrenda para Dios, su vida era un perfume de olor fragante de constante obediencia y sin pecado, que subía como olor grato a Dios. El autor de hebreos nos menciona hablando del Señor Jesús como nuestro Sumo sacerdote:
"Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos" (Heb 7:26).
Encontramos que este tipo de ofrendas se podían ofrecer de tres maneras: cocida en horno (2:4), de sartén (2:5) y cocida en cazuela (2:7). Uno de los ingredientes que no podía faltar era el aceite. En el Antiguo Testamento el aceite es uno de los símbolos del Espíritu Santo, lo cual nos recuerda que en todo lo que le presentamos a Dios buscando agradarle debemos hacerlo en la guía de su Espíritu, la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas, es la que asegura que le pertenecemos a Dios y que somos aceptos delante de El.
Es necesario entonces buscar en el servicio a Dios, ser llenos del Espíritu si buscamos honrarle y ser usados por El. El apóstol Pablo en su carta a los Gálatas menciona:
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros (Ga 5:24-26)
Finalmente, se nos menciona: "Ninguna ofrenda que ofrezcáis a Jehová será con levadura; porque de ninguna cosa leuda, ni de ninguna miel, se ha de quemar ofrenda para Jehová" (Lev 2:11)
La levadura y la miel eran ingredientes que podían fermentar la ofrenda por lo cual no debía ser utilizada como ingrediente en la ofrenda a presentar ya que la echarían a perder. De la misma manera en nuestro servicio a Dios, debemos considerar que nuestras motivaciones y actitudes son importantes, ya que ellas finalmente pueden acabar por estropear o hacer abominable para Dios lo que estamos presentándole. Esto nos recuerda que cuando nos presentamos a Dios, para presentar nuestra ofrenda el ve primero al ofrendante y luego lo que este viene a ofrecer. Recordemos las ofrendas de Caín y Abel, el pasaje menciona en el libro de Génesis, que Dios miro con agrado a Abel y su ofrenda, pero miro con desagrado a Caín y su ofrenda (Gn 4:4-5). ¿Por qué? Por que en el corazón de Caín se albergaba resentimiento, celos y envidia hacia su hermano, lo cual lo llevo al odio y posteriormente al homicidio. El apóstol Juan en su primera carta menciona:
"Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas" (1Jn 3:11-12).
Por otro lado en el NT, la levadura era un símbolo del pecado, de aquello que contaminaba y que si lo tolerábamos y permitíamos acabaría expandiéndose y contaminando todo. A esto se refiere el Apóstol Pablo cuando nos menciona: "Un poco de levadura, leuda toda la masa" (Ga 5:9; 1Cor 5:6). El Señor Jesús tomo "la levadura", como un elemento para darnos enseñanzas, por ejemplo:
- En Marcos 8:14-16; el Señor va a prevenir a sus discípulos diciéndoles que se "guarden" es decir que se cuiden, de la levadura de los fariseos y de Herodes, en este pasaje se nos manifiesta que los discípulos no entendieron lo que Jesús les quería decir, y que pensaban que se refería al pan. Pero el Señor Jesús se refería a la "Hipocresía" de ellos.
- En Mateo 16: 6 y 12; el Señor advierte nuevamente a sus discípulos a que se "guarden o cuiden de la levadura" pero en este pasaje hace referencia también a los saduceos. Refiriéndose a la doctrina o enseñanza de los fariseos y saduceos, la cual se caracterizaba por ser incongruente con sus vidas, enseñaban pero ellos mismos no ponían en obra sus enseñanzas, el Señor Jesús les advierte de este pecado de hipocresía "levadura", a sus discípulos ya que ellos como nosotros somos proclives a caer en lo mismo.
- c. En Lucas 12:1-3; el Señor Jesús va a decir directamente que la levadura de los fariseos era la hipocresía, es decir mostrar algo que uno no es, esta palabra tiene la figura de alguien que se pone una máscara y actúa. En ese sentido el hipócrita no muestra realmente lo que hay en él, y lo que hace no es realmente sincero.
- d. En 1Corintios 5.7-8; el apóstol Pablo hace referencia a la "vieja levadura", como nuestra antigua manera de vivir, nuestro viejo hombre y sus deseos, Pablo hace referencia que a través de la obra de Jesús ya hemos sido hechas nuevas criaturas para Dios (nueva masa), es decir somos santos y limpios para Dios en Cristo, pero sin embargo en lo que respeta a nuestra santificación, él está obrando en nosotros.
Finalmente el capitulo 2 de Levítico nos menciona que un ingrediente que siempre debía presentarse en las ofrendas era "la sal" (Lev 2:13), la cual es un preservante natural, lo cual nos recuerda que nuestras vidas debían ser como esa sal, la cual preservaba y evitaba que el pecado se desborde, de alguna manera la presencia de la Iglesia, es decir, los creyentes en el mundo, cumple esa función, la de salar, es decir preservar este mundo de tinieblas. Es por ello que el Señor haciendo mención a la sal menciona:
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres (Mt 5:13)
Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros (Mc 9:50)
Entonces este ultimo ingrediente, nos permite poder entender que nuestras vidas y lo que presentamos a Dios, deben tener sal, que es un símbolo de poder preservador, por la presencia del Espíritu Santo en nosotros.
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