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jueves, 19 de noviembre de 2020

LEVÍTICO 7

 

COMENTARIO

En el capitulo 7 del libro de Levítico, se culmina hablando de las leyes especificas para los sacrificios (Lev 7:37), que inicio en Lev 6:8. Estos sacrificios fueron ordenados por Dios en el monte Sinaí (Lev 7:38). Es importante tener claro que estas leyes eran especificas para los hijos de Israel, y correspondían al Antiguo Pacto, pues esta ley la cual fue dada por Dios a través de Moisés, incluía el cumplimiento de la Ley, los sacrificios, y todas las ceremonias que se realizaban en el Tabernáculo. Todas estas leyes, al estar dentro del contexto del Antiguo Pacto, acarreaban la bendición de Dios cuando eran cumplidas, y por otro lado el castigo y aún la muerte, sobre aquellos que no las cumplían, q en algunos casos incluía, por ejemplo, el ser excluidos de la comunidad de Israel, a esto se refiere el texto cuando hace mención que aquellos que no cumplían las leyes de los sacrificios, serian "cortados de su pueblo" (Lev 7:25 y 27).

Estas leyes si bien ya no son vigentes para la Iglesia de Dios, tal como lo indica el texto de manera explicita, al mencionar que estas palabras eran dirigidas específicamente para los hijos de Israel (Lev 7:22.23,29 y 38). Sin embargo se pueden encontrar principios para la vida, que permiten conocer el cuidado de Dios para su pueblo y también de manera especifica para sus ministros.

Por un lado se hace énfasis en la limpieza que tenían que tener aquellos que participaban de alimentos en las ofrendas, como en el caso del sacrificio de paz, en el cual una parte podía ser comida por el ofrendante (Lev7:20-21). En ese sentido debemos recordar que cada vez que nos acercamos a la presencia de Dios para adorarle, y/o servirle, o participar de su mesa, debemos acercarnos limpiados por la sangre del Señor, con temor y reverencia.

Se ve también la provisión de Dios para los sacerdotes, quienes se hacían cargo de presentar los sacrificios. ellos participaban también del altar y recibían una parte de la ofrenda para su sustento alimentación (Lev 7: 9,10, 14, 31, 33-35), tal como lo indica el Señor: 

"Esta es la porción de Aarón y la porción de sus hijos, de las ofrendas encendidas a Jehová, desde el día que él los consagró para ser sacerdotes de Jehová" (Lev 7:35).

Desde el AT, Dios establece que sus ministros, reciban su sustento por parte del pueblo. De esa misma manera en en NT, tal como indica el Apóstol Pablo, los que se dedicaban a la predicación del evangelio debían ser sustentados por sus iglesias locales (1Cor 9:13-14)

Por otro lado en este capitulo, Dios establece de manera especifica para los hijos de Israel, el abstenerse de comer grosura de buey, carnero o cabra (7:23), y sangre (7:26), vemos que estas leyes eran en este contexto especificas para los hijos de Israel, debido a que la sangre Dios la había destinado para la expiación, tal como se menciona en Lev 17:11: "Porque la vida de la carne en la sangre esta, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona"

Ahora, decimos que eran especificas, porque en Lev 17:12-14, se repite constantemente la frase: "he dicho a los hijos de Israel", dando a entender que este mandato era para ellos, considerando el contexto del Antiguo Pacto.

Es importante aclarar también que en el NT, estando ya bajo el Nuevo Pacto, en el libro de los Hechos, se hace mención que los apóstoles, dan instrucciones a Pablo, acerca de los gentiles que se habían convertido al Señor, haciendo referencia a que se tenían que abstener, de lo sacrificado a los ídolos, de ahogado, de fornicación y de sangre (Hchs 15:20, 28-29), ahora debemos considerar que en ninguna de sus cartas Pablo hace mención a estos mandatos, es mas el cuando habla de lo que las instrucciones apostólicas en la carta a los Gálatas, hace mención solo, que se le pidió que se acordara de los pobres (Ga 2:10), ello no quiere decir que Pablo haya desobedecido el mandato apostólico, pero es importante aclarar que los eventos del libro de hechos y algunas de sus instrucciones, deben considerarse a la luz de su contexto, y particularmente este tiempo era de transición, en el cual la Iglesia se estaba estableciendo, la revelación del Nuevo Testamento estaba en proceso, y la iglesia estaba conformada en su mayoría aún por Judíos. 

Entonces en cuanto a comer sangre, es importante recordar lo dicho por el mismo Señor Jesús: 

"Él les dijo: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos" (Mc 7:18-19)

y ell apóstol Pablo hace mención en su carta a los Romanos:

"...porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come. Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite" (Rom14.17-21).

Entonces, a la luz de lo dicho por el Señor, y lo enseñado por el apóstol Pablo en sus cartas, se concluye que para la Iglesia de Dios el comer sangre, lo que actualmente seria comer relleno, o alguna víscera, ya no seria considerado un pecado, como si era de manera especifica para los hijos de Israel. Sin embargo, tal como Pablo también enseña, uno es libre de decidir comer o no, con tal que lo haga con fe (Rom14.:22-23) y sin dañar la consciencia de los demás (1Cor 8:12), en ese sentido el comer sangre o cualquier otra cosa, que haga debilitar la fe de otros, seria un pecado, si lo hago con plena consciencia de ello. Nuestra actitud y comportamiento frente a este punto o cualquier otro que se trate de alimentos debe ser, lo que Pablo menciona:

"Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite" (Rom14.21).

"Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano" (1Cor8:13)



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