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lunes, 4 de julio de 2022

LEVÍTICO 13

 


LEYES DE LA LEPRA 


En los capítulos 13 y 14 de Levítico se nos describe una serie de indicaciones dadas por Dios, para que los sacerdotes pudieran diferenciar en qué casos debía ser considerado impuro una persona (13:1-44), vestimenta (13:45-59) y/o casa o vivienda (14:33-53); y a su vez que se debía hacer para su limpieza, purificación y evitar la propagación de la contaminación en el pueblo.


En cuanto a las impurezas humanas, el sacerdote debía ser quien ponga a prueba los diferentes tipos de enfermedades cutáneas. Un bosquejo breve de los tipos de pruebas podría ayudarnos a ver la estructura de este capítulo.

  • Lv 13: 3-8, en el caso de hinchazón o erupciones en la piel

  • Lv 13: 9-17, en el caso de tumor blanco con o sin carne viva

  • Lv 13: 18-23, en el caso de divieso o forúnculo o absceso.

  • Lv 13: 24-28 en el caso de quemaduras

  • Lv 13:29-37 en el caso de infecciones en la cabeza o barba. También se le llama tiña.

  • Lv 13:38-39 en el caso de eczemas (puntos blancos) y/o empeine.

  • Lv 13:40-44 el el caso de la calvicie


La palabra en 13:3 “mirará”, se usa a menudo en el sentido de “examinar”

(Lv 13:3, 5, 6, 7, 8, 10, 13, 15, 17, 20, 21, 25, 26, 27, 29, 31, 32, 34, 36, 39, 43, 50, 51, 53, 55, 56, 57).

Los sacerdotes tenían la responsabilidad de guardar la salud física y espiritual de la comunidad. Israel debe ser un pueblo sin mancha, porque representaban al “santo de Israel”. Vemos que en los siguientes casos, la persona sería declarada como leprosa por el sacerdote:

  1. Si la llaga se hubiera vuelto más profunda que la piel de la carne (13:3, 20, 25, 30).

  2. En el caso de que se hubiera extendido en la piel (13:8, 22, 27, 35)

  3. Cuando apareciere carne viva en la herida (13:14-15)


Vemos en estos signos que eran utilizados para determinar la lepra por el sacerdote, algunas similitudes con lo que el pecado hace en el ser del hombre:

  1. Se hace profundo

  2. Se extiende 

  3. Corrompe 

  4. Saca a relucir mi carnalidad


Vemos en el libro del Profeta Isaias que esta enfermedad es usada para graficar la situación espiritual del pueblo de Israel:

“¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite” (Is 1:5-6)


La lepra era una enfermedad terrible no solo por el dolor físico que causaba, sino por que el leproso era considerado inmundo, despreciado, y de alguna manera maldecido por Dios, lo vemos en las declaraciones de los amigos de Job, como ellos no podían concebir que Job fuera justo y a pesar de ello le hubiera venido tal mal.


En el verso 45 y 46 del capítulo 13 de levítico se menciona:

“Y el leproso en quien hubiere llaga llevará vestidos rasgados y su cabeza descubierta, y embozado pregonará: ¡Inmundo! ¡Inmundo! Todo el tiempo que la llaga estuviere en él, será inmundo; estará impuro, y habitará solo; fuera del campamento será su morada”.


La lepra era una enfermedad terrible porque excluía a la persona de los goces normales de la vida y de todo contacto con su familia. Algunos interpretan que la lepra era un castigo divino por el pecado, algo así como la esterilidad en las mujeres. Se fundamentan en el hecho de que Uzías contrajo lepra porque desobedeció a Dios, sin embargo, es inapropiado sacar conclusiones generales. (Utley, 2014).


Esta enfermedad involucraba:

  • Aflicción y profundo dolor no solo físico sino también del espíritu.

  • Vergüenza

  • Estar sucio y contaminado

  • Soledad

  • Exclusión de la congregación y del templo (2 R 7:3).

  • Muerte “estaba muerto en vida”


Nadie podía acercarse a un leproso, tenía que habitar en los lugares desérticos, y cuando se acercaba tenía que pregonar su llegada, gritando: inmundo, inmundo!!!. Sin embargo, vemos que no importa cual sea la situación de la persona, los evangelios nos relatan cómo el Señor Jesús tiene un encuentro con un leproso (Mc 1:40-45). El Señor Jesus, muestra su amor y misericordia tocándolo, es seguro que el leproso, no había experimentado calor humano hace mucho tiempo, tal vez si palabras de desprecio, y piedras, sin embargo Jesus lo toca con amor y lo limpia, lo sana. Para el Señor Jesús el leproso era una vida, una vida valiosa, de esa misma manera Dios ha hecho con nosotros, todos éramos leprosos espirituales, y el Señor Jesús en su misericordia nos ha limpiado.


Después de que el leproso fue limpio, el Señor le ordena que no diga nada a nadie, sino que se muestre el sacerdote, y ofreciera por su purificación lo que Moisés mandó (Mc 1:44), aquí hace referencia al capítulo 14 del Libro de Levítico donde se describirán cual era la ley para el leproso cuando se sanare (Lev 14:1-2).


La Lepra en Vestiduras:


Hemos hablado acerca de las leyes acerca de la lepra en el ser humano, pero del verso 47 al 59 del capítulo 13, se describe la ley de la lepra en vestiduras.


Bob Utley menciona: los términos “urdimbre” y “trama”, que se encuentran en esta sección son difíciles de entender. Aunque se usan varias veces en este contexto particular, sólo se encuentran aquí y en ningún otro lugar del Antiguo Testamento, y debemos admitir que no sabemos con certeza qué significan. La mejor inferencia es que el moho penetra hasta dentro de la tela o que ha ocasionado una rotura en las orillas.


Dicha plaga podría darse en vestido de tela, lana o cuero (13:48), al igual que en el caso de la lepra en la piel, no bastaba con que hubiera cambio de color de la prenda. La prenda sería declara inmunda y quemada en los siguientes casos:


  • Si luego de ser encerrada dicha vestidura por siete días, se hubiera extendido la plaga (13:51). 

  • Si la plaga luego de ser lavada con agua y encerrada por siete días no hubiera cambiado su aspecto, (13:54-55)

  • Si luego de ser lavada pero luego vuelve a aparecer y se extiende en la prenda (13:57)

.

Vemos aquí dos procedimientos, el de lavar con agua y el de quemar, el primero era con el propósito de que la plaga se quitara y si luego de ese procedimiento la plaga desapareció, la prenda sería lavada nuevamente y seria limpia (13:58), sin embargo vemos que si la plaga, se extendía, y a pesar de ser lavada no cambiaba su aspecto, o volvía a aparecer extendiéndose, dicha prenda sería quemada.


Vemos este proceso también en la obra regeneradora del Espíritu Santo en la vida de los creyentes: 

  • La limpieza involucra lavarse del pecado (Hchs 22:16)

  • Lavados los cuerpos con agua pura (Heb 10:22)

  • Hemos sido lavados y santificados (1 Cor 6:11)

  • Los que lavaron sus ropas en la sangre del cordero (Ap 7:14, 22:14)